Los hornos de convección forzada presentados en este capítulo son ideales para procesos como templado, envejecimiento u otros que se realicen a temperaturas de hasta un máximo de 850 °C. La buena transferencia de calor y la uniformidad de la temperatura son importantes para estos procesos. La potente circulación de aire y el flujo de aire están optimizados para cada modelo, lo que significa una muy buena uniformidad de temperatura, incluso en la versión estándar.